Datos personales

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Ahí estabas tu

Y ahí estabas tu , esperándome en aquel banco, nuestro banco.
Dejamos nuestros nombres grabados, nuestros besos perdidos, nuestras caricias, lo dejamos todo, incluso a nosotros mismos.
Recuerdame el por que dejamos lo que iba a ser nuestro futuro, porque me he dado cuenta que el alcohol no me ayuda a recordar.
Ahí estaba yo, ilusionada, entusiasmada, con ganas de verte. Tu mi chico, ese malote que me robaba cada uno de mis suspiros, tu chaqueta de cuero negra, tus pantalones apretados y siempre acompañado de esa mirada que me hacia perder mis estribos.
Me hacías temblar como ningún otro, era imposible hacerme la dura contigo, me derretias, conseguías que me muriera de ganas por tirarte en la cama o en cualquier otro sitio.
Un día todo se torcio, cambiastes tanto, tu mirada había perdido fuerza, ya no te ponias conmigo la chaqueta de cuero negra, no había pasión, ni lujuria entre nosotros.
Lo que no teníamos juntos lo empezastes a buscar en otra, fuistes tan cobarde, tan miserable, pero no te odio, me lo distes todo, pero también me lo quitastes con solo un abrir y cerrar de ojos.
No quiero que vuelvas, tampoco voy a remplazarte, fuistes mi puto dolor de muelas, el cual ya me lo quite hace mucho tiempo.
Me han contado que sigues llendo a nuestro banco, que aun te sientas en el. La gente dice que cierras los ojos, como si recordaras algo.
Siempre sera nuestro todo aquello, fue corto pero no bonito al mismo tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario